viernes, 26 de julio de 2013

Cierre de telón del semestre

Al  finalizar este semestre por petición de uno de los profesores del ramo, dedo realizar una evaluación de este curso semestral en general.
                Partiré diciendo lo obvio, las actividades realizadas en este claramente salen de lo común de las clases en general, tanto de las clases del liceo como más aún de las clases de la universidad, donde se están creando profesionales bajo, a mi modo de ver, un mal entendido y muchas veces arbitrario y militarizado modelo de enseñanza, el cual considera la creación y la exclusión de la norma como maneras poco fiables de aprendizaje. Así  que siguiendo este enfoque el curso en su mayoría de mi agrado, al momento de la presentación me llamó mucho la atención las actividades como movimiento, drama, etc etc y trataba de imaginarme el cómo iríamos poco a poco ligando las actividades a l profesión que queremos llegar.
                A decir verdad el curso fue de mi agrado, creo que las actividades realizadas lograron captar la atención y participaciones de todos nosotros que expectantes y emocionados esperábamos cada jueves para ver que nuevas cosas y experiencias no traería la clase de esta semana. Los profesores lograron llevar las actividades a cabo con una mezcla tanto de profesionalismo como de creatividad, para ir ligando cada cosa que hacíamos a lo será más adelante nuestra profesión.
                Creo también, hablando desde un plano  mucho más emocional y personal, que el ramo nos sirvió para comenzar a crear lazos entre nosotros como compañeros las actividades presentes en este nos permitieron conocernos a todos un poco más allá de la rutina corriente de clases universitarias, nos permitió no sólo conocernos como compañeros de aula, sino también como personas, conocer un poco de cada una de las historias de vida con de quien está sentado 5 días a la semana en la misma sala y clase que tú y eso, a mi parecer, es sin dudas algo increíble  ya que son instancias que dentro de la realidad universitaria no se da en el general de las carreras. Y creo que es lo que más rescato del curso, el que pudiera crearse una instancia así de personal.
                Por otra parte, tratando de hacer una crítica más constructiva, creo que los tiempo empleados en las actividades fueron un poco restringidos, en el cual nos e podían terminar de forma correcta los ciclos y no noté una correlación entre las actividades  ya que no alcanzábamos a terminar bien una y ya teníamos que partir con otra completamente distintas, pero son creo detalles propios de innovación curricular y de que somos la generación un poco “conejillo de indias” de esta.

                Me entusiasma la idea de tener este ramo todos los semestres de la carrera, creo que la creatividad y más aún la aplicación de esta es una competencia clave dentro de la terapia ocupacional y espero poder superar  más y más mis expectativas sobre estos a medida que pase cada semestre y que también nos siga sirviendo para generar lazos personales, para seguir con nuestro auto conocimiento  y para seguir encantándonos con nuestra bella carrera. 




Entrega de regalos entre certámenes y exámenes

                Vamos a partir por el principio de todo esto, hace un par de meses antes de una clase de movimiento  la profesora nos dio la siguiente indicación “júntense en grupo y enumérense”, dicho y hecho estábamos todos sentados en grupos de más o menos 7 personas, la indicación siguiente era que debíamos formar nuevos grupos pero el criterio a seguir era según nuestros números, es decir un grupo de uno, un grupo de dos y así. Dicho esto me encontré en un mismo grupo con mis compañeros, Diego, Javi, Coni, romi y nati y debíamos, bajo las insistentes indicaciones de la profesora, elegir un concepto que hayamos escuchado tanto en la clase de la Profesora Silvia Gómez “Introducción a la terapia ocupacional” como en  la que estábamos “Terapia Ocupacional y estrategias de intervención I”. Algo confundidos con la indicación, ya que era un concepto cualquiera y sin saber muy bien hacía que fin iba esto elegimos el concepto de “Órtesis”, a pesar de no saber demasiado bien el significado. Por fin la profesora nos comunica que íbamos a hacer con nuestro concepto, debíamos crear “Regalos creativos” que representaran nuestro concepto, estos debían ser hechos por nosotros y además debían ser uno para cada uno de nuestros compañeros presentes en el grupo, todos distintos. Yo decidí fabricar  mis regalos con materiales reciclables.
                Esto nos trae hasta estos día, varios meses después, en el cual a pesar que la entrega de regalos no iba a ser evaluada esta era estrictamente necesaria de realizar, debido a que la experiencia de esta entrega era una infaltable entrada en el blog el cual a pesar de haber recibido ya las notas, no era evaluado aún. Con el semestre poniéndonos la soga al cuello con certámenes y exámenes todos los días, algunos incluso dos por días, debíamos encontrar  un pequeño tiempo entre tantas pruebas y noches sin dormir, para poder entregarle a nuestros compañeros nuestros regalos fabricados por nuestras propias manos.
                Nuestra fecha acordada fue el día de ayer 25 de julio,  el lugar debía ser  un lugar céntrico para que así nos quedara accesible y a una distancia relativamente, el elegido fue el parque forestal y era un lugar que además nos permitía bajo la gran idea de una de mis compañeras, realizar un picnic, pera que la entrega no sólo fuera un hecho formal, también nos permitía compartir un momento agradable para sí poder conversar y conocernos un poco más, la hora sería en la tarde, después del examen de biología ya que algunos debía asistir a este.
                La entrega de regalos fue un momento de verdad muy lindo, pudimos ver la diversidad y el ingenio de estos, algunos claramente habían sido fabricados bajo un nivel mayor de talento, pero todos in duda habían sido fabricados con mucho cariño. Cuando tu compañero te entregaba el regalo era muy grato sentir que se dedicó y pensó, creo e imaginó como hacer este lo más personalizado posible para ti, ocupando parte de su tiempo y además, gran parte de su paciencia.

               




Drama 3, me toca exponer.

Una vez pasado el paro en el que nos vimos envueltos  como facultad por decisión estudiantil , supusimos que tendríamos que terminar el ciclo que habíamos empezado hace varias, las clases de drama. En esta oportunidad nos tocaba al último grupo, todos aquellos que no habían presentado las clases anteriores.
La indicación dada hace varias semanas atrás fue la siguiente “Tienen que traer una foto,  tomada  por ustedes,  de la persona que más quieran” y yo enseguida no supe que hacer.

Llegado el día de la clase ya había decidido que persona llevar, no era la persona que más quería debido a que no puedo hacer un ranking de personas, pero si era muy importante. Se nos indicó que debíamos llevar la foto de manera digital, para poder proyectarla y que todos la vieran sin impedimento y además la foto impresa que  incluso una vez ya  terminada la clase supe muy bien para qué. Así que estábamos todos con nuestras fotitos impresas en nuestras manos expectantes a que la clase se iniciara, mientras todo se preparaba se producían algunas conversaciones nerviosas con las preguntas acordes al contexto  ¿y a quién trajiste tú?¿ Y qué vas a decir?.
Una vez  listas las fotos para proyectarse nos juntaron a todos al centro, nos dieron las indicaciones de que las fotos iban a ir saliendo al azar y que cuando vieras que era  la tuya debías salir adelante a hablar de tu persona y así estábamos todos en un reducido rincón de la sala, esperando para salir a hablar.
Si bien había pensado todo lo que decir, lo tenía todo cuidadosamente redactado, me emocioné con el relato de mi compañera que antecedió, por lo cual al momento de salir a hablar de mi persona, no pude más y la emoción me embargó a mí y a mis ojos.

Decidí llevar a mi hermano, porque si bien a mis primos los considero mis hermanos, él es el único que tengo, así que conté un  par de anécdotas, intentando ser lo más breve posible ya que el profesor nos puso un margen de habla de no más de 3 minutos, no me di cuenta y creo que los pasé ya que cuando terminé más de algún compañero me dijo “hablaste caleta”.
El reducido espacio en el que nos encontrábamos y su mala ubicación que no nos permitía ver muy bien las fotos que nuestros compañeros habían tomado o elegido no fueron impedimento para escuchar cada una de las historias que nuestros compañeros nos contaban, un pedacito de su historia y por qué esta persona era tan importe para ellos. Al igual que las otras clases se produjo un ambiente de mucho respeto dentro de los compañeros espectadores, lo cual te hacía sentirte muy cómodo al momento de salir a exponer y someterte a tal exposición sentimental.
                La actividad me pareció al igual que las otras un poco forzosa, claramente el apoyo y respeto de mis compañeros, logró crear un ambiente más cálido y pertinente a la situación.


               





miércoles, 5 de junio de 2013

Grandes historias en pequeños envases

Antes de iniciar nuestra clase, los docentes encargados del curso nos hicieron algunos recordatorios con respecto a fechas y evaluaciones.
Esta correspondía a nuestra segunda clase de Drama y consistía en llevar un objeto que nunca botarían, que jamás venderían o se desharían de él, esa especie de “amuleto” de vida, de historia. La anterior descripción debía ser acatada por los compañeros del segundo grupo en la lista, por ende todos ellos debían traer un objeto que cumpliera las anteriores características. Llegado el momento de presentar los objetos ante la ya tradicional sesión de fotos podía observarse toda clase de objetos, desde reloje
s y cadenas, hasta objetos que se podía verificar a simple vista eran de la época de la infancia, los estábamos viendo, lo fotografiábamos incluso, pero no conocíamos la historia de cada uno de ellos y la importancia que tenían en nuestros compañeros.
Posterior a esto y al igual que la clase pasada, aquellos poseedores de los objetos debías formar un circulo en medio de la sala con y los espectadores otro alrededor de ellos, pero esta vez sería de pie. Los objetos debieron ubicarse en el suelo al medio del circulo pequeño y los integrantes de este comenzaron a girar observando cada uno de los objeto ahí presentes, por otra parte los espectadores debíamos esta tomados de las manos mientras ocurría.
Al momento de iniciar las presentaciones de los objetos, estábamos todos de pie, lo que dificultó el desarrollo de la actividad ya quien esa posición era difícil mantener la concentración en nuestros compañeros por estar incómodos, debido a esto constó mucho más crear el ambiente de confianza de la clase anterior.
La mayoría de mis compañeros coincidió en que no eran muy apegados a las cosas materiales, por ende no sabían muy bien que traer y se les hizo muy dificultosa la tarea de elegir algo material.
A medida que mis compañeros iban contando sus historias y el por qué el objeto elegido era tan preciado, se podía evidenciar como cada objeto traía una historia distinta, como podía guardar dentro de si tantas vivencias y experiencia, etapas de la vida, personas que se cruzaron en tu camino en un determinado momento, personas que ya no están y tantas cosas más, y es que lo material en ese entonces pasó a un segundo plano, no importaba  el precio del objeto o la procedencia de este, lo que importaba realmente era la cantidad de historias que tenía para contar y el valor sentimental que se les daba.
Al igual que la clase anterior se creó un ambiente altamente emotivo, que logró envolver no sólo a aquellos que eran los nuevos protagonistas, sino que también a quienes cumplíamos el rol de espectadores.


“Lo esencial es invisible a los ojos” dice una cita ha sido sobre explotada el último tiempo , pero no por eso pierde su veracidad y estos espacios de compartir cosas tan íntimas y reales, como también esta carrera, me hacen estar cada día más convencida que así es.










Como trozos de diarios guardan aveces pedacitos de vidas

Durante la semana la profesora nos envió un mail indicándonos que para esta clase el curso debía dividirse en tres grupos, el primer grupo debía llevar mucho diario (mucho, mucho) para así poder realizar la clase pertinente. Todos llegamos a la clase sin saber que era lo que nos esperaba, ya que clases anteriores sabíamos más o menos a lo que nos enfrentábamos, esta vez no teníamos idea.
Una vez iniciada la clase se le indicó a aquellos  23 primeros  compañeros en la lista sentarse en el suelo al centro de la sala en círculo donde un cerro de diarios los esperaba. El resto de nosotros, expectantes, estábamos sentados en un circulo mucho mayor pegado a la pared en nuestras respectivas sillas  y efectivamente esa iba a ser el rol que debíamos cumplir en esa clase, de espectadores.
Luego de una pequeña introducción por parte del profesor Félix en la que se nos recalcó  como en el inicio del curso, que uno de los objetivos de este era el de auto-conocimiento, porque no  podíamos brindar ayuda a personas, sin antes conocernos a nosotros mismos. Después de esto llegamos al meollo del asunto, la actividad consistía en recrear solamente con diario y scotch  un objeto que representara aquella persona que más había influido en cada una de sus vidas, luego del silencio prolongado propio de un momento de reflexión, los chiquillos se pusieron manos a la obra.
Creo que a pesar de que no todos éramos protagonistas de la clase, todos o por lo menos la gran mayoría pensó en alguna persona y en que objeto fabricarías si tuvieras qué hacerlo también, eso le comenzaba a dar un cierto grado personal a la clase.
A medida que iba pasando éramos testigos de los nacimientos de las primeras creaciones  y además de la creatividad e ingenio de mis compañeros para poder fabricarlos con recursos más bien limitados. Terminados los objetos se nos dio un tiempo para poder fotografiar a nuestros compañeros, que orgullosos mostraban sus creaciones.
Una vez concluida la sesión fotográfica todos los espectadores nos sentamos alrededor del círculo formado por los compañeros con sus objetos, se apagó la luz y se bajaron las cortinas, para así crear un también más íntimo. Ahora nuestros compañeros debían contarnos que era el objeto que habían creado y contarnos un poco de la persona que habían elegido.
Si bien no voy a detallar nada de lo contado por mis compañeros, creo que a pesar de que en un principio la actividad me pareció con la intención de forzar a la exposición emocional, el ambiente que se fue creando por parte de todos nosotros fue realmente único. El que nos permitieran conocer un poquito de la historia de cada uno, que en el fondo va definiendo quien se es como persona, fue  realmente emotivo y me dejó con corazón apachurrado con tanta mezcla de emociones, además nos permitió conocer un poco más allá de lo que la rutina estudiantil permite. Agradezco a todos mis compañeros que compartieron un poquito de su vida, por confiar en todos nosotros.











Un poco más que sólo movimiento

Acorde al programa nos correspondía una clase más de movimiento y para esta debíamos llevar nuestras ya terminadas máscara, íbamos todos listos y dispuesto a seguir moviéndonos a pesar del  dolor  de brazo producto de la vacuna recién puesta a varios de nosotros. La clase inició con el ya conocido desplazamiento a través de la sala, posterior a esto la profesora dejó salir para darle una “Tarea  especial” a algunas de nuestras compañeras que no se sentía muy bien como para moverse y al resto que los mortales que continuamos en la sala se nos indico una serie de movimiento para soltar un poco el cuerpo, dejar caer nuestro peso hacía adelante, levantar los brazos muy alto, entre otro, todos estos movimiento guiados por la profesora en una dinámica de imitación.
Posterior a lo anterior el curso fue dividido en dos, ya que la profesora expresó que con la cantidad de personas que éramos ella no podía realizar su clase de forma eficiente. De modo que aquellos que deseaban seguir moviéndose un poco más tendrían que seguir dentro de la sala con la profesora  y aquellos que quisieran trabajar con sus máscaras debían salir y se les designaría una nueva tarea.
Verdaderamente yo quería seguir moviéndome pero al ver  que los limitados cupos ya estaban llenos tomé mi mascarita y salí, la tarea de nosotros era más bien confusa, debíamos improvisar una sesión de movimiento para presentar a nuestros compañeros y teníamos un tiempo para “practicar nuestra improvisación”, para ponernos de acuerdo. Algo desorientados  por las curiosas indicaciones de la profesora comenzamos a dar algunas ideas, mientras a la vez éramos testigo de cómo nuestros compañeros tenían una verdadera clase de movimiento  la cual incluía música, un ejercicio con unas telas enormes, y muchas risas. Tratando de ordenarnos un poco comenzamos a conectar las ideas para poder crear alguna presentación, cosa que no fue del todo efectiva ya que minutos antes de la presentación todavía habíamos algunos que no sabíamos muy bien a que habíamos llegado, pero a pesar de esto logramos presentar nuestra preparada improvisación.

Nuestros compañeros de la clase de movimiento también nos presentaron su trabajo que se componía de música y movimientos corporales, en los cuales se iban incorporando gradualmente a medida que avanzaba la canción, la presentación fue divertida y tanto ellos como nosotros los espectadores disfrutamos. Terminado eso nos tendimos en el suelo y vimos entrar a nuestras compañeras que habían salido anteriormente con instrumentos en sus manos, esta vez sólo teníamos que cerrar los ojos. Al estar todos en silencio y con los ojos cerrados los instrumentos comenzaron a sonar de a poco por distintos lugares de la sala, recuerdo haber escuchado el triangulo, una campanita, unos platillos pequeños, el bongo, pero lejos lo que más recuerdo era el que reprodujeron arrugando unos papeles de celofán, en ese momento realmente salí de la sala y me transporté. Creo que esta ha sido una de las actividades logradas con contundente e indiscutible éxito, fue toda una experiencia.

martes, 4 de junio de 2013

Todo se mueve!

Previo a esta clase la profesora nos solicitó  traer ropa cómoda, “se van a mover harto”, declaró.
Al iniciar la clase la autodenominada jefa, (“yo soy la que mando aquí” nos aclaró más de una vez) nos indicó que debíamos agruparnos en parejas, en esta oportunidad mi pareja fue Jazni. Para que pudiéramos tener una mejor visibilidad e sus movimientos la profesora de paró sobre una silla con dos zapatos en su mano cada uno de ellos representaba a un integrante de la pareja y la actividad consistía en ir imitando cada uno de sus movimientos, posterior a esto debíamos cumplir una nueva agrupación , esta vez la actividad se desarrollaría en hileras y consistía en hacer distintos tipos de masajes a la persona que tenías adelante.
Terminado lo anterior nos propusimos rápidamente a seguir la siguiente indicación moviéndonos por toda la sala, ocupando todos los espacios posible y siempre con el cuidado de no chocar con  ningún compañero. Además de esto debíamos saludar a cualquiera compañero que se cruzara en tu camino, primero con los ojos, luego con las manos, un salto, las caderas y así. La actividad a veces se volvía realmente difícil de llevar a cabo, debido a que somos mucho y la sala no da abasto para la cantidad de personas que somos por lo que muchas veces chocábamos o teníamos un flujo de caminata más bien lento.
Continuo a lo anterior, cambiamos el sentido de la caminata, ahora debíamos ir de espalda y con la primera persona que chocáramos debíamos quedarnos espalda con espalda para poder realizar la siguiente actividad, la cual consistía en tratar de comunicarnos a través de nuestras  espaldas siguiendo frases como “salude a sus espalda” “demuestre enojo a su espalda” “demuestre confianza” “ahora alegría”.
Posteriormente la profesora puso música con la cual, debíamos seguir movimientos impuestos por ella, presentaba la secuencia y luego se debía recrear esta sin errores primero un grupo luego el otro, ahora cambio en los pasos y vuelta a repetir la dinámica anterior. Más de alguno se salió de la dinámica por un momento para realizar pasos de su propia creación.

Una vez finalizada la dinámica anterior no recostamos sobre el suelo y realizamos una sesión más bien exprés de relajación, la que una vez finalizada debíamos proceder a formar grupos de alrededor de 6 personas, sentarnos en circulo uno al ladro del otro y tomados de las manos debíamos una vez más seguir indicaciones, estas eran similares a las de la dinámica del encuentro de las espaldas, pero esta vez las emociones se expresaban con ambas manos a la vez y claro a personas distintas .A pesar de que al principio me costó un poco coordinar mis movimientos, me gusto mucho la sensación de estar percibiendo la misma emoción pero de dos fuentes distintas a la vez. Concluida la actividad la profesora indicó a algunas personas de los grupos para que describieran lo que habían sentido, afloraron de mis compañeros conceptos como comunicación, flujo de energía, sentimiento de protección, sudor de manos y compañerismo.

A darles colores, a darles vida!

Nuestra quinta clase consistía en darle vida y color a nuestras máscaras!.La clase se realizó en la sala Tomás fierro, como la anterior de confección de máscaras, pero esta vez estábamos todos juntos. Luego de acomodarnos en mesas por grupos y de reconocer las respectivas máscaras  empezó la ya conocida y nunca bien ponderada lluvia de indicaciones “traten de reflejarse en las máscaras” era esta vez la frase decisiva.
Mientras empezaba a correr los materiales como témperas, pasta muro, pinceles y lijas a través de las 2 mini salas, cada uno vivía su propia travesía para conseguir algo de material y así poder iniciar la tan esperada actividad de esta semana.
Previamente las profesoras nos habías recomendado que quienes quisieran agregar cosas extras a sus máscaras las trajeran esa misma semana, entiéndase por esto  lentejuelas, mostacillas y cualquier  otro material que sirviera para dar más sentido de pertenencia y un poco de parafernalia a la cosa. Por supuesto yo había olvidado todo eso y no fue hasta la misma clase que lo recordé, de manera que al verme en desventaja en cuanto a cantidad de recursos intenté crear un artefacto lo más presentable posible dentro de mis posibilidades y recursos.
Cuando por fin conseguí los materiales necesarios para comenzar, me encontré con la nefasta situación de no tener ni una sola idea dentro de mi cabeza de qué plasmar en la mascarita, así que comencé por lo básico, lijarla. Luego de una  lijada más bien extensa y bajo el consejo de mis compañeros que tenían más experiencia en el tema, comencé a aplicarle pasta muro para así crear una superficie más lisa y fácil de pintar.
Una vez seca la pasta muro, era el momento de comenzar a darle identidad a la mascarita. Comencé improvisando figuras con los colores que más me gustan y así poder plasmar de cierta forma ese sentido de “identidad” requerido por nuestra docente. Continué mezclándolos en un lado y en el otro, tratando de recrear una máscara lo más carnavalesca posible,  y sin darme cuenta como de un momento  a otro estaba terminada, o por lo menos eso creía yo.
Poco a poco mis compañeros iban terminando también, las máscaras de algunos de ellos no tenían la cantidad de capas de yeso suficiente y comenzaron a quebrarse. Muchos pudieron repararlas pero varios otros también, resignados, tuvieron que pedirle a la profesora algunos rollos de tela con yeso para así poder confeccionar una nueva en sus hogares.
Fuimos todos mutuos testigos del gran talento de algunos de nuestros compañeros como también del empeño y creatividad de otros, había máscaras de todos los colores y gustos, unas más vistosas y otras, como la mía, más bien sencillas. Entusiastas como de costumbre, varios de mis compañeros recorrían las salas  para así apreciar de mejor forma las recientes creaciones.
Luego de terminar nuestras mascaritas, alguno decidieron llevárselas a sus casa para así seguir afinando algunos detalles y otros decidimos dejarlas guardadas en la misma sala donde habían estado guardadas antes.


lunes, 3 de junio de 2013

La delgada barrera entre la música y el ruido

La semana anterior se nos pidió a todos venir a esta clase con algún instrumento, no importaba si sabíamos  tocarlo o no, lo importante era traer algo que pudiera emitir algún tipo de sonido para así poder realizar la clase. El instrumento que elegí para llevar fue la kalimba, ya que a pesar de que hay varios instrumentos en mi casa, la verdad es que no sé tocar ninguno y además la mayoría de ellos eran de gran tamaño y como me movilizo en metro en la mañana, en el cual el movimiento es bastante restringido, preferí optar por algo más bien pequeño y de agradable sonido.
Antes de iniciar a la clase se produjo el normal bullicio producto de las ansias y el entusiasmo y también el tener al alcance de la mano un elemento con que expresarlo. Llegada la docente llevadora de batuta nos presentó algunas diapositivas sobre el concepto de creatividad y algunos trabajos de expresión corporal y sonido; pasado esto iniciamos a lo que veníamos, el sonido, la música y a veces el ruido! Se nos indicó que debíamos poner todos nuestros instrumentos apilados al centro de la sala los contemplamos por un momento y posteriormente iniciamos una caminata alrededor de estos, la cual se hacía dificultosa por el tamaño de la sala y la gran cantidad de personas que éramos.
La siguiente instrucción era tomar  alguno de los instrumentos que se encontrara en el centro el cual llamara tu atención, naturalmente el tuyo no a pesar de que te llamara mucho la atención.
Posteriormente la profesora proyectó colores y también emociones, la indicación consistía en expresar a través de tu elección, en mi caso el pandero,  las emociones deletreadas y lo que provocaban en ti los colores mostrados. Reacción continua a esto: ruido, detestable ruido. No sé si realmente alguno
de mis compañeros pudo expresar su sentir ya que todos estábamos más o menos distraídos entre las risas nerviosas provocadas por la incomodidad del ambiente auditivo.

Pasado lo anterior, la profesora nos indicó que debíamos separarnos según la naturaleza del instrumento, es decir cuerdas por un lado, percusión por el otro, vientos por el otro y así… una vez agrupados los instrumentos se procedería se separarse por un determinado tiempo, la tarea entregada por la profesora consistía en crear una melodía que sonara más o menos armoniosa en un determinado tiempo, una vez finalizado este, habría que exponer nuestra creación frente a nuestros expectantes compañeros. Rápidamente salimos al patio de nuestra escuelinda a cumplir con nuestra misión, con la energía que caracteriza a los instrumentos que nos reunían,  los de percusión. Después de muchos intentos logramos crear una melodía medianamente armoniosa denominada “El huevo manda”, interpretada por “Las Maracas del callejón” por el lugar en que nos situamos a preparar nuestra pieza,  la cual presentamos a nuestros compañeros y nos tocó también presenciar los trabajos de ellos. Ya casi finalizada la clase la profesora no hizo definir esta en una sola palabra y aparecieron palabras como Improvisación, coordinación, espontaneidad, entre otras.
A pesar de la aveces incomodidad en la que me vi, supongo que lo que se pretendía mostrar era la conexión entre la música y las emociones, la que si la trabajamos y llevamos a un nivel más intimo, puede traducirse en una musicoterapia efectiva.

El talón de aquiles

La tercera clase se componía de algo particularmente difícil para mí, la creación de un blog!. Antes de la clase vagamente recordaba el haber intentado alguna vez cuando niña crearme uno, ya que me llamaba enormemente la atención la (en esos tiempos) nueva tendencia entre las niñas de mi edad hacia crear estos portales, lo logré, pero en realidad era un asco en comparación a los de mis compañeritas, las cuales ocupaban estos como verdaderos diarios de vida con portales y aplicaciones enormemente elaboradas.
Entonces, con  el trauma previamente formado, entré a la clase. Esta había sido nuevamente fraccionada, los compañeros que tuvieron un intento fallido de clase la semana pasada tendrían la oportunidad de crear sus máscaras y nosotros, que ya las habíamos fabricado, nos tocaba la elaboración de nuestro respectivo blog.
La clase inició con todos nosotros sentados frente a una pantalla de computador y  una presentación de diapositivas del profesor sobre el concepto de creatividad y la importancia de esta en la carrera que estamos iniciando, un par de diapositivas más y a las indicaciones. La indicaciones a primera vista parecían simples, creación de un blog con mínimo 10 gadget, un perfil, una autobiografía y un resumen de 500 palabras de cada una de las clases que cursáramos en este tan particular ramo, además de opiniones y reflexiones personales, el blog debía presentar además  con una foto como mínimo en cada una de las entradas y una utilización de hipertextos como mínimo también. Este sería evaluado y correspondería al examen de final de semestre, al cual todos estábamos automáticamente transferidos, sin presentarnos la posibilidad de eximirnos siquiera. Iniciada la tarea comenzaron a salir ciertos inconvenientes entre los que ahí no encontrábamos, “como era la página?” “No me carga profe” “Y da lo mismo que nombre le ponga?” “Esto lo puedo cambiar después?”, eran algunas de las existenciales dudas previas a la creación, las cuales el profesor iba respondiendo de a una. Para hacer el trabajo más familiar  responder además algunas dudas, el profesor nos mostró el blog que había creado para subir material de interés con respecto al curso, en este pudimos apreciar fotos de años anteriores y actividades realizadas en estos, nos enseñó además la utilización de hipertextos y de gagdets.
Una vez decidido cuales serían nuestros nombres de Blog,  pasamos al proceso de amononarlo y esto, por lo menos para mí, era lo realmente difícil.  Con mi casi nula destreza en las cibertecnología, hice todo lo que pude para poder crear un portal medianamente presentable. Entre diseños, colores y fotos, logré crear un portal dentro de mis expectativas.

Cuando ya creíamos la clase terminada, el profesor dio la indicación de agregar en una lista los blog’s de los compañeritos ahí presentes y que además teníamos la obligación de añadir a todos los otros compañeros que nos restaban. Así que todos se dispusieron a seguir la reciente indicación del profesor, una vez terminado esto debíamos enviar un correo al docente con la dirección de nuestro reciente blog y así retirarnos a nuestros hogares.

Mascaras! un poco de yeso, un poco de agua y un/a modelo/a

La segunda clase de Estrategias de la Intervención sería diferenciada, el curso debía dividirse en dos grupos según el número de lista, impares esto, pares aquello.
El grupo de máscaras nos dirigimos hacia las salas en las cuales llevaríamos a cabo estas y el otro grupo iría con el profesor Félix para la creación del blog. Poco después nos dimos cuenta que la clase no seguiría según lo planeado, debido a que transcurrido un pequeño periodo de tiempo vimos nuevamente a nuestros compañeros afuera de la sala en la que estábamos, un poco desorientados sin saber por qué los estudiantes de medicina tenían prioridad sobre ellos para ocupar la sala de computación siendo que el profesor la había solicitado con anterioridad. Mis compañeros fueron enviados a sus casas y el grupo de máscaras seguiría en clases con la profesora Erna.
Varios de mis compañeros ya tenían experiencia en la  fabricación de máscaras, la mayoría por trabajos del colegio, este fue uno de los atributos que la profesora diferenció  “Quienes saben de esto vayan guiando a sus compañeros” dijo, desligándose un poco de la responsabilidad que alguno pudiera fracasar. Para mí en cambio era un proceso completamente nuevo y me entusiasmaba mucho por fin poder aprender a confeccionar una.
Una vez efectuada  la repartija de materiales y las pertinentes indicaciones, nos dedicamos a lo que veníamos, la practica!.Mi primera víctima fue mi siempre entusiasta compañera Nicky, sin demasiados preámbulos facilitó su rostro a mis inexpertas manos. Trabajando en conjunto junto a otros de mis compañeros logramos  fabricar una impecable máscara de yeso no sólo a Nicole, sino que  también a Constanza Aseff, quién también había proporcionado su rostro.
Mientras mis compañeros iban comparando sus rostros con los de sus
macaras, entre risas y las lavadas de cara, me percaté cercana a la hora de término, que era la única que faltaba. Sin más que hacer me puse a disposición de las manos de Nicole, la cual partió embetunándome hasta las orejas con vaselina, tapándome los ojos con unos papelillos multiuso, y comenzó a posar sobre mi  rostro las tiras de yeso cortadas con anterioridad  y ahora estaban empapadas  en agua. Poco a poco iba sintiendo mi rostro más y más tieso, hasta llegar al momento en el cual no sentía ninguna parte de mi cara “al aire”. Una vez retirada la máscara pude notar que el ser la última del grupo había dejado ciertos estragos en esta, una leve sonrisa se podía divisar además de una cierta elevación de mis pómulos ya que fui víctima de constantes bromas y cosquillas.

A pesar de la dificultad para quitar la vaselina de mi cara y de encontrar pedazos de yeso incluso en la ducha matutina del siguiente día, la clase fue de mi agrado y mientras realizaba esta, con cierta torpeza en mis manos, pensaba en si estás serían consideradas como nuestras primeras Órtesis a futuro, espero mejorar mi desempeño en las manualidades de aquí a que alguien necesite una.

jueves, 30 de mayo de 2013

Primer día, primera impresión!

 Luego de varios inconvenientes por fin tendríamos nuestra primer clase de “Estrategias de la intervención” el día jueves 28 de marzo .A diferencia de mis compañeros yo no había escuchado hablar de este ramo sino segundos antes de entrar a la sala de clases “Hacen que te saques los zapatos”, “Los de segundo dicen que es demasiado entretenido”, eran algunos de los comentarios que se escuchaban entre mis entusiasmados compañeros.
El ramo es impartido por los profesores Erna Navarrete y Félix Pérez, quienes iniciaron la clase presentándose, contando un poco de su experiencia laboral, además de comentarnos de manera rápida los requerimientos y objetivos propios del curso
Luego de los protocolos correspondientes, nos asignaron nuestra primera actividad, se repartieron lápices y hojas blancas de papel para llevar a cabo esta, la cual consistía en dibujar un triángulo y en lados de esta escribir tres fortalezas que nos definieran y pegarlo en nuestro pecho junto al  distintivo que debía llevar el nombre de cada uno, el cual había sido solicitado por la profesora con anterioridad.
Posterior a esto, se nos encarga una nueva tarea, debíamos encontrar una persona con la cual no hubiéramos conversado en el casi mes que llevábamos en la universidad y hablar sobre las tres palabras que habíamos prendado en nuestro pecho, me dispuse a seguir las indicaciones de la profesora  y entre tantas caras y el pánico colectivo que creó la indicación encontré a Valeska  con quién no había conversado nunca, razón por la cual nos dirigimos al patio para, en cinco escasos minutos, tratar de explicar y entender nuestros respectivos triangulitos, esto me permitió conocer de una forma mucho más intima a mi compañera. Pasados los 5 minutos había que encontrar a otra, pero ahora la presentación de las fortalezas sería distinta, yo debía presentar a mi compañera frente a esta pareja y explicar lo que significaban en ella sus palabras.
Pasado esto, debíamos juntarnos con un nuevo grupo, pero esta vez la tarea era distinta, Debíamos encontrar un lema, un slogan o una frase, que nos representara a todas las personas que ahora integrábamos el recién formado conjunto. El pánico colectivo se apoderó de nuestro pequeño grupo al confirmar no encontrábamos ningún lema, pero uno de los compañeros nos sugirió el nombre de “Churros de palta” en cual dada la situación y entre algunas objeciones, quedó aceptado de todas
Ingresamos a la sala y los grupos presentaron sus trabajos, los cuales eran cada vez más elaborados a medida que avanzaba la clase, hasta que finalmente llegó nuestro turno. Entre risas improvisamos un grito muy disperso, que realmente lograba plasmar lo realizad: cualquier otra cosa, menos lo que debíamos.
formas.
Finalizado lo anterior, el profesor nos invitó al patio para así realizar una sesión de fotos tomadas por él y por algunos compañeros, fuimos modelos de fotos como curso y grupos, compartimos gratos momentos todos juntos a pesar del poco tiempo que llevábamos de conocernos, fuimos testigos también de las “performances” de nuestros compañeros intentando recrear un baile en uno de los faroles de nuestra facultad que recreaba un  pintoso caño.


Espero que las actividades que nos esperan dentro de la asignatura, nos permita a todos poder alcanzar el objetivo de esta y así integrar nuevos  campos de aprendizaje en el  camino que recién inicia para llegar a ser terapeutas ocupacionales.